Tal como afirma Ketelaar, “el acto de recordar se distribuye entre textos y otros
agentes: ninguno de ellos opera de forma autónoma, sino que colaboran en red. Este recordar en red o de forma distribuida se produce entre un agente y uno
o más textos, así como entre varios agentes y varios textos. Los textos memorísticos no «hablan por sí mismos», sino únicamente en comunión con otros agentes”.