Grecia ficha a los seropositivos | Actualidad | Móvil EL PAÍS

http://elpais.com/m/internacional/2013/07/13/actualidad/1373728679_168553.html

Desde hace unos días prostitutas, toxicómanos, personas sin techo e inmigrantes indocumentados están en el punto de mira en Grecia como blancos potenciales de una polémica medida, de esas que rezuman mano dura: la realización de pruebas forzosas del VIH a modo de peculiar política preventiva. El decreto, que ha suscitado acerbas críticas de ONG y grupos de derechos humanos como Human Rights Watch (HRW), cae a plomo sobre un ámbito, el de la salud pública, desbaratado por cinco años de recesión y en el que los recortes en prevención y seguimiento del sida y el aumento descontrolado de la prevalencia del virus se alimentan mutuamente: el número de contagios ha aumentado en un 200% desde 2011 mientras que los centros de tratamiento han visto reducido a la mitad su presupuesto.

Pero la pretensión del Ejecutivo rebasa ampliamente el impacto sanitario. El decreto Nº GY/39A sobre “restricción de la transmisión de enfermedades infectocontagiosas” permite a la policía detener al albur, es decir, arbitrariamente, a cualquier persona para someterla a pruebas de detección o control obligatorias. La norma ya había entrado en vigor en abril de 2012 en vísperas de las elecciones generales y de la mano de un ministro socialista, Andreas Loverdos, en un intento de regenerar el centro deteriorado de Atenas; esos mismos días también se abrió el primer centro de internamiento de extranjeros, en Amygdaleza. El Gobierno saliente, liderado por el tecnócrata Lukás Papadimos y formado –como el actual- por socialistas y conservadores, blandía así la escoba con la mira indisimuladamente puesta en las urnas.

En virtud de ese decreto, se realizaron cientos de pruebas a prostitutas. Diecisiete de ellas, griegas, búlgaras y rusas, resultaron ser seropositivas y sus nombres, detalles biográficos y fotografías se publicaron en la página web de la policía durante horas, con la excusa de representar una emergencia sanitaria. Las portadoras del virus, a las que las autoridades se refirieron como “bombas sanitarias”, acabaron en la cárcel hasta que fueron absueltas del delito de causar intencionadamente daño a terceros; las últimas cinco quedaron libres en marzo. A los clientes, el ministerio sólo les instó a realizarse la prueba.

Desde entonces el acoso policial en las calles no ha cejado, aunque nublado por la macrorredada Xenios Zeus contra la inmigración irregular, pero la polémica se fue apagando hasta que, en abril pasado, la entonces viceministra de Sanidad, de Izquierda Democrática (Dimar, el socio menor del tripartito), revocó el decreto. Por poco tiempo: la crisis de la coalición de Gobierno, con la salida de Dimar, y la llegada al ministerio del elemento más ultra del nuevo bipartito, Adonis Georgiadis, han dado un nuevo aliento a esta versión de caza de brujas para tiempos de crisis. Georgiadis, procedente del partido de extrema derecha nacionalista Laos –que se quedó fuera del Parlamento en 2012, en beneficio de la neonazi Aurora Dorada-, es un confeso antisemita y defensor de la dictadura militar; tertuliano polemista y autor de un libro que refuta la amplia aceptación social que la homosexualidad tuvo en la Grecia clásica. En sus apariciones televisivas, se ha referido en numerosas ocasiones a Atenas como Bangladesh o Talibanlandia.

Además del VIH, el decreto reintroducido por obra y gracia de Georgiadis –su primera medida, al día siguiente de tomar posesión- incluye otras enfermedades “de relevancia sanitaria pública”, es decir, patologías que se creían erradicadas en Europa o que, por sus connotaciones de miseria, provocan alarma, como la tuberculosis, la malaria –desbocada por la falta de fondos para fumigación-, la polio, la hepatitis o la sífilis. Las víctimas propiciatorias son “drogodependientes por vía intravenosa, trabajadores del sexo, migrantes indocumentados procedentes de países donde esas enfermedades sean endémicas y, gente que viva en condiciones que no reúnan mínimos estándares de higiene, incluidos los homeless”.

La categorización ha desatado la furia de las ONG, que acusan al ministerio de estigmatizar a los grupos más vulnerables de la población. Ítem más, la intervención de la policía reboza el propósito sanitario en política de orden público: esta tendrá potestad “para hacer cumplir el aislamiento del sujeto, la cuarentena” e incluso el tratamiento que se le prescriba, según reza el decreto.

HRW considera la realización de pruebas forzosas “una violación de la integridad y la autonomía corporal; un claro atentado a los derechos humanos”. Pero algunos van más allá. “No sólo es un atentado contra los derechos humanos, lo peor es que no hay ningún dato médico que demuestre la eficacia de prácticas semejantes”, explica por teléfono Zoe Mavrudi, autora del documental Ruinas: crónica de la caza de brujas del VIH, sobre las detenciones de prostitutas de 2012. “El aumento de los casos de VIH no se puede atajar con medidas represivas ni policiales, esto no va a beneficiar a nadie. Los datos de Keelpno [Centro Griego para la Prevención y Control de Infecciones, que depende del Ministerio de Sanidad] muestran que tras las primeras detenciones no se redujo el número de casos y sí al contrario, y muy negativamente, la confianza en los trabajadores sanitarios de los potenciales afectados. El decreto de Georgiadis, además, amplía las categorías de sospechosos y los criminaliza: decir que los inmigrantes son peligrosos por motivos de salud es algo que no aparece en ningún documento de ninguna organización [médica] internacional”, concluye Mavrudi, para quien la motivación es claramente política y “demuestra la derechización a marchas forzadas del Gobierno”.

El reglamento se cuida mucho de incluir entre los sospechosos al colectivo homosexual, recién desbancado en Grecia entre los tradicionales grupos de riesgo por los usuarios de drogas por vía intravenosa, que ya constituyen la mitad de los nuevos casos, según datos de octubre de Keelpno. Es la primera vez que el uso de jeringuillas compartidas supera a las prácticas homosexuales sin protección como vía de contagio, lo que no obsta para que grupos de activistas gais hayan puesto también el grito en el cielo. “La salud pública no se protege castigando a los seropositivos, sino con programas integrales de prevención, educación sexual en las escuelas y campañas públicas de información. Todo eso cuesta dinero, y no lo hay, pero sí hay prioridades, y la salud pública debería ser una de ellas”, explican fuentes de HOMOphonia. Este diario intentó recabar la versión del Ministerio de Sanidad sin éxito.

Share

Protests Sparked in Detroit Over the Dumping of Black History Books – Zach Schonfeld – The Atlantic Wire

http://m.theatlanticwire.com/national/2013/07/protests-sparked-detroit-over-dumping-black-history-books/66975/

Detroit area school district has erupted in protest over the discarding of a historic book collection that is said to contain more than 10,000 black history volumes, included films, videos, and other artifacts. The blame, according to residents of Highland Park, a small city surrounded on nearly all sides by Detroit, belongs to Emergency Manager Donald Weatherspoon, who claims the collection was thrown out by mistake but that the district cannot afford to preserve it. Yesterday, angry residents held a public protest, blocking traffic, wielding megaphones, and displaying picket signs with slogans like «21st Century Hitler Burning Books» and «Dump The EM, Not The Books»—referring to the state-appointed emergency manager.

Among the picketers was Deblon Jackson, a Detroit-area musician.

«The emergency manager had been in the district for over a year and then they decided to throw away all the black artifacts—books that were no longer in print or published, all kinds of tapes and catalogues,» Jackson explained to The Atlantic Wire. «We want to preserve those artifacts so our children have something to look back on. We’re just mad about it and we’re not going to stand for it, just throwing away our history like that.»

The outcry began when a small portion of the volumes in question was discovered in a dumpster three weeks ago by Paul Lee, a local historian who helped assemble the collection. According to USA Today, the collection was largely the result of civil rights-era demands to incorporate African-American studies into school curriculums—especially in communities like Highland Park, whose population is about 93% African-American. Jackson hopes to place the books in a community center, but Weatherspoon has instead expressed interest in donating those with historical value to a library or museum. (Of course, the majority of the collection has already been lost to the dumpster.)

Marcia Cotton, a member of the Highland Park Renaissance Academy Board of Directors and lifelong resident, said she attended a meeting in which Weatherspoon took responsibility and claimed the books were discarded by mistake. Her fellow board member, Vice President Andre Davis, soon resigned over the controversy. But Cotton isn’t so sure the books are the most pressing issue in the community.

«I would very much like to get above the fray of the controversy and rather discuss solutions to the looming debt crisis facing the school district, the decline in school enrollment and city population, and how best we can work with our city officials and provide a greater quality of life for our residents and quality education in a safe environment for our children,» Cotton said in an email. «We can’t solve 21st century problems with 20th century tactics.»

Jackson, meanwhile, hopes to continue protesting.

«We have a protest scheduled every day this week until we get what we want,» she said. «They don’t want the children to read, in my opinion. How do you have a library with no books? How do you mistakenly throw books out?»

«This is a modern-day Hitler,» she added.

Watch video footage of the protest here, via WXYZ-TV Detroit.

Share

Ana Frank no es una marca, es una tragedia | Actualidad | Móvil EL PAÍS

http://elpais.com/m/internacional/2013/06/21/actualidad/1371830439_576290.html

Ponerle nombre y apellidos al Holocausto permite acercarse a una tragedia histórica que desafía a la razón. El recuerdo de muchas de sus víctimas —seis millones es la cifra oficial, aunque pudieron ser más— permanece en el entorno privado. Pero una de ellas, Ana Frank, la niña judía autora del famoso Diario, fallecida a los 15 años en el campo de concentración germano de Bergen-Belsen, es una figura internacional. Su relato sobre el tiempo que permaneció escondida con su familia en Ámsterdam es uno de los más leídos del mundo. Mientras que solo su padre, Otto Frank, sobrevivió al exterminio nazi, el rostro de la hija es reconocible en lugares remotos. No en vano, el Diario lleva vendidos más de 30 millones de ejemplares en 60 lenguas. Sin embargo, el uso de su imagen ha sido objeto de controversia desde hace décadas. Cansado de lo que denomina “transformación de una sola víctima en una marca comercial por parte de la Casa de Ana Frank”, el Fondo Ana Frank, de Basilea (Suiza), dueño de los derechos de autor del libro, ha reclamado a la Fundación Ana Frank, de la capital holandesa, gestora del museo dedicado a la niña, los archivos que le cedió en 2007. Como la parte holandesa cuestiona la devolución, la suerte del legado está en manos de la justicia holandesa.

La pugna ha destapado el diferente enfoque dado por ambas partes a la preservación de la memoria del Holocausto. Otto Frank perdió a su esposa, Edith, y a sus dos hijas, Margot y Ana, en el genocidio nazi. En 1953 volvió a casarse, esta vez con Fritzy Geiringers, otra superviviente que tenía una hija. Después marchó a Suiza, donde fundó el Fondo en 1963 y murió en 1980. Es su heredero universal y opera como una organización sin ánimo de lucro. Utiliza los ingresos derivados de la venta del libro en proyectos sociales internacionales. “Los documentos cedidos a los museos tienen que devolverse. Es escandaloso que una institución holandesa no respete el testamento de Otto Frank. Con todo, estamos seguros de que un Estado de derecho como el holandés reconoce los derechos de propiedad basados en leyes nacionales e internacionales”, dice Yves Kugelmann, miembro de la junta del Fondo.

Pero hay más. “Otto Frank quería abrir un lugar de encuentro para jóvenes, no un museo. Para él, la casa de Ámsterdam era un lugar de encierro, miedo y hambre. También se ha transformado en una máquina comercial. Han convertido a una víctima en una marca. Por eso el Fondo quiere fundar, junto con el Museo Judío y la ciudad de Fráncfort, el Centro de la Familia Frank. Allí nació Ana y sus raíces alemanas suman 400 años”, añade. Según Kugelmann, lo peor del museo holandés es su falta de contexto, adecuado a los jóvenes, sobre lo ocurrido con los judíos holandeses. “Es una contradicción. Se singulariza a una niña, pero las delaciones de miles de judíos por parte de la sociedad holandesa no son abordadas históricamente. Holanda es donde más judíos fueron deportados en proporción al número de los que allí residían. Hay libros y ensayos académicos, pero no una verdadera discusión pública sobre el pasado, como en Alemania. Un debate apropiado para la Casa de Ana Frank”, asegura. A pesar de que Holanda fue el primer país europeo donde hubo una huelga general contra el invasor nazi, de los 140.000 judíos censados en 1940 fueron asesinados 107.000.

Sorprendida, la Fundación Ana Frank lamenta que una colaboración de décadas haya llegado a este punto. Custodia del Diario (cedido por el padre de Ana al Estado holandés) y gestora de la famosa casa-museo, asegura que presenta la historia de la chica con emoción y cercanía. Y que promueve la tolerancia a base de programas educativos. Para sostenerse, utiliza los ingresos generados por su millón de visitantes anuales. “Algunos documentos son del Fondo suizo”, dice Maatje Mostart, su portavoz. “La titularidad de otros no está tan clara. Los jueces fallaron en 2012 que la cesión del Fondo, traída en 2007 por Buddy Elias, primo de Ana, era a largo plazo. Los tribunales decidirán, pero no presentamos la vida de Ana vaciada de contexto. Hay información por todas partes. Lo mejor es que los visitantes decidan por sí mismos”, añade.

La familia de Ana Frank se trasladó a Holanda procedente de Fráncfort entre 1933 y 1934, cuando la niña tenía cinco años. Para 1940, fecha de la invasión nazi, el padre se había especializado en la venta de pectina. En 1942 tuvieron que esconderse en un edificio oculto en la parte de atrás de su fábrica, situada en Prinsengracht 263, uno de los canales de Ámsterdam. Allí, en 52 metros cuadrados, convivieron durante dos años con otros cuatro refugiados hasta que fueron delatados. Ana recibió un diario el 12 de junio de 1942, en su 13 cumpleaños, y lo llamó Kitty. La última entrada está fechada el 1 de agosto de 1944. Tres días después fue detenida por las tropas nazis. Murió de tifus en marzo de 1945, poco antes de la liberación de Bergen-Belsen.

Share

Ana Frank no es una marca, es una tragedia | Actualidad | Móvil EL PAÍS

http://elpais.com/m/internacional/2013/06/21/actualidad/1371830439_576290.html

Ponerle nombre y apellidos al Holocausto permite acercarse a una tragedia histórica que desafía a la razón. El recuerdo de muchas de sus víctimas —seis millones es la cifra oficial, aunque pudieron ser más— permanece en el entorno privado. Pero una de ellas, Ana Frank, la niña judía autora del famoso Diario, fallecida a los 15 años en el campo de concentración germano de Bergen-Belsen, es una figura internacional. Su relato sobre el tiempo que permaneció escondida con su familia en Ámsterdam es uno de los más leídos del mundo. Mientras que solo su padre, Otto Frank, sobrevivió al exterminio nazi, el rostro de la hija es reconocible en lugares remotos. No en vano, el Diario lleva vendidos más de 30 millones de ejemplares en 60 lenguas. Sin embargo, el uso de su imagen ha sido objeto de controversia desde hace décadas. Cansado de lo que denomina “transformación de una sola víctima en una marca comercial por parte de la Casa de Ana Frank”, el Fondo Ana Frank, de Basilea (Suiza), dueño de los derechos de autor del libro, ha reclamado a la Fundación Ana Frank, de la capital holandesa, gestora del museo dedicado a la niña, los archivos que le cedió en 2007. Como la parte holandesa cuestiona la devolución, la suerte del legado está en manos de la justicia holandesa.

La pugna ha destapado el diferente enfoque dado por ambas partes a la preservación de la memoria del Holocausto. Otto Frank perdió a su esposa, Edith, y a sus dos hijas, Margot y Ana, en el genocidio nazi. En 1953 volvió a casarse, esta vez con Fritzy Geiringers, otra superviviente que tenía una hija. Después marchó a Suiza, donde fundó el Fondo en 1963 y murió en 1980. Es su heredero universal y opera como una organización sin ánimo de lucro. Utiliza los ingresos derivados de la venta del libro en proyectos sociales internacionales. “Los documentos cedidos a los museos tienen que devolverse. Es escandaloso que una institución holandesa no respete el testamento de Otto Frank. Con todo, estamos seguros de que un Estado de derecho como el holandés reconoce los derechos de propiedad basados en leyes nacionales e internacionales”, dice Yves Kugelmann, miembro de la junta del Fondo.

Pero hay más. “Otto Frank quería abrir un lugar de encuentro para jóvenes, no un museo. Para él, la casa de Ámsterdam era un lugar de encierro, miedo y hambre. También se ha transformado en una máquina comercial. Han convertido a una víctima en una marca. Por eso el Fondo quiere fundar, junto con el Museo Judío y la ciudad de Fráncfort, el Centro de la Familia Frank. Allí nació Ana y sus raíces alemanas suman 400 años”, añade. Según Kugelmann, lo peor del museo holandés es su falta de contexto, adecuado a los jóvenes, sobre lo ocurrido con los judíos holandeses. “Es una contradicción. Se singulariza a una niña, pero las delaciones de miles de judíos por parte de la sociedad holandesa no son abordadas históricamente. Holanda es donde más judíos fueron deportados en proporción al número de los que allí residían. Hay libros y ensayos académicos, pero no una verdadera discusión pública sobre el pasado, como en Alemania. Un debate apropiado para la Casa de Ana Frank”, asegura. A pesar de que Holanda fue el primer país europeo donde hubo una huelga general contra el invasor nazi, de los 140.000 judíos censados en 1940 fueron asesinados 107.000.

Sorprendida, la Fundación Ana Frank lamenta que una colaboración de décadas haya llegado a este punto. Custodia del Diario (cedido por el padre de Ana al Estado holandés) y gestora de la famosa casa-museo, asegura que presenta la historia de la chica con emoción y cercanía. Y que promueve la tolerancia a base de programas educativos. Para sostenerse, utiliza los ingresos generados por su millón de visitantes anuales. “Algunos documentos son del Fondo suizo”, dice Maatje Mostart, su portavoz. “La titularidad de otros no está tan clara. Los jueces fallaron en 2012 que la cesión del Fondo, traída en 2007 por Buddy Elias, primo de Ana, era a largo plazo. Los tribunales decidirán, pero no presentamos la vida de Ana vaciada de contexto. Hay información por todas partes. Lo mejor es que los visitantes decidan por sí mismos”, añade.

La familia de Ana Frank se trasladó a Holanda procedente de Fráncfort entre 1933 y 1934, cuando la niña tenía cinco años. Para 1940, fecha de la invasión nazi, el padre se había especializado en la venta de pectina. En 1942 tuvieron que esconderse en un edificio oculto en la parte de atrás de su fábrica, situada en Prinsengracht 263, uno de los canales de Ámsterdam. Allí, en 52 metros cuadrados, convivieron durante dos años con otros cuatro refugiados hasta que fueron delatados. Ana recibió un diario el 12 de junio de 1942, en su 13 cumpleaños, y lo llamó Kitty. La última entrada está fechada el 1 de agosto de 1944. Tres días después fue detenida por las tropas nazis. Murió de tifus en marzo de 1945, poco antes de la liberación de Bergen-Belsen.

Share

A Barbados Family Tree With ‘Sugar In The Blood’ : NPR

In her new book, Sugar in the Blood, Andrea Stuart weaves her family story around the history of slavery and sugar in Barbados. Stuart’s great-great-great-great-great-great-great-great-grandfather landed on the island in the 1630s. He had been a blacksmith in England, but became a sugar planter in Barbados, at a time when demand for the crop was exploding worldwide. Stuart is descended from a slave owner who, several generations after the family landed in Barbados, had relations with an unknown slave.

Stuart was well into her research and writing of the book before she fully accepted the reality of her family’s story. It was, she tells Fresh Air’s Terry Gross, «not until maybe four years into the research that I realized that this was the truth of it … of my family’s story that … one side of my family had owned another, and that that was as bleak and as straightforward as it got. … That is the quintessence of the hideousness of slavery, isn’t it? That a family member could own their child … or own a series of children and live with that, and … keep them in continued slavery and live comfortably with that. It made me understand slavery or see it in a very, very personal, intense way.»

Stuart says that it was «completely common in the Caribbean» for planters to have many different family groups, meaning that a planter would have his legitimate, white family and then father children with enslaved women.

The thinking behind this practice was, in one sense, that the planter was breeding his own slaves to work the plantation after Britain outlawed the trans-Atlantic slave trade in 1807. More psychologically speaking, however, Stuart says, the practice also provided a «sense of claiming your … total power over everybody in the plantation world over which you preside.»

Share

Passolini, Barcelona y los putrefactos.

Passolini, Barcelona y los putrefactos.

En 1942 Marcel Duchamp intervenía en la neoyorkina exposición First Papers of Surrealisim. Lo hecho por el maestro se llamó One Mile of String y básicamente impedía o hacía difícil ver lo expuesto. Aun así, hay quien no aprende.
Passolini ha llegado al CCCB de Barcelona, pero esta vez no está Duchamp para diseñar la exposición que lo trae.

image

Se trata de una excelente exposición documental, de las que raramente se encuentran, con un tratamiento de la secuencia de documentos y respeto a ciertos principios archivisticos nada habituales. Bien es cierto que exponer materiales de alguien que piensa en montaje facilita la labor, así que probablemente sea Passolini el responsable del acierto.

En todo caso durante unos tramos del paseo por la exposición, verdaderamente entiendes en el espacio y con documentación algo que faltaba por comprender entender del autor.

Menos satisfactoria es la aparición en el trayecto de las escenografías y cachivaches que siempre han caracterizado a la institución y que rompen el romance con el montaje: un coche con una proyección dentro, una ventana a través de la que ver imagen en movimiento y, lo más doloroso, un grupo de bidones convertidos en vitrinas para exponer un ejemplar de Petróleo y la máquina de escribir de Passolini.
image

Es de suponer, que puestos a exponer reliquias Passolini habría preferido el brazo de Sta Teresa de Jesús y no su propia máquina.

Escenografía lamentable en una exposición documental excelente de las que raramente se ven.

Pero la catarsis llega cuando se ve en video el fragmento de la charla de Passolini con los estudiantes donde, aproximadamente, dice que en las revueltas se sentía más cerca de la policía porque eran hijos de pobres que de los estudiantes prepotentes y acomodados de la cultura clásica.

image

image

Gracias comisarios, guionistas, montadores por haber incluído este fragmento porque en realidad nunca caducará y os está hablando a vosotros -y a todos los expertos que expliquen a Passolini estos días- tanto como a los estudiantes.

Ha cambiado el mundo poco de lo expositivo a pesar de tanto libro sobre ello.

Share

Artículo: Camilla Catrambone’s Family Portraits: Artist Uses Personal Treasures In Unique Homage To Relatives

Camilla Catrambone’s Family Portraits: Artist Uses Personal Treasures In Unique Homage To Relatives

http://www.huffingtonpost.com/2013/06/07/camilla-catrambone-family-portraits-personal-treasures-homages_n_3402134.html?ncid=edlinkusaolp00000003

Share

UPDATE:IB Monument in Madrid

SpainDear Friends, As you know, last week the supreme court of Madrid (Tribunal Superior de Justicia de Madrid) ordered that the monument honoring the International Brigades at the Complutense University be removed due to the lack of planning permission.  This is a travesty in light of the fact that the city has consistently ignored the university’s application for permission, and that several memorials throughout Spain have been erected without legal permits. ALBA is very concerned with this decision and has engaged in fighting against its removal with written objections to the Spanish Ambassadors in Washington D.C. and at the United Nations, as well as to the Consul General, the Mayor of Madrid, and the Spanish Foreign Affairs Minister.  Our sister organizations around the world have done the same.  We are also in communication with the Complutense, and are currently awaiting further information from their front.  We will be sure to update you once we have more news.

Thanks to all of you who have signed the petition to stop the removal at change.org.  If you have not yet signed, please do so here. To date more than 10,500 people from around the world have signed on with their support.  We have received a few comments on Facebook about the changing of the required number of signatures, and have been assured that this is a standard mechanism atchange.org to encourage as many signatures as possible. Please don’t be discouraged, this is a successful campaign! And please share the petitionwith your friends and family.  We appreciate and applaud all your efforts.  For those interested in writing letters directly, we highly encourage writing to the Mayor of Madrid:

Excelentísima Sra Doña Ana BotellaAlcaldesa del Ayuntamiento de MadridPalacio de CibelesPlaza de Cibeles 128014 – MadridSpainAdelante!Marina GardeExecutive Director

Share